Al pasar por la calle Aramberri, antes de llegar a Diego de Montemayor, se encuentra una casa dejada al abandono, sucia, sellada por completo, de la cual emana una vibra muy particular, se le llama tal cual: la Casa de Aramberri
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Esta construcción es una de las más famosas de Nuevo León por el crimen que ahí ocurrió y por la supuesta actividad sobrenatural que en esa casona se presenta.
El crimen de la Casa de Aramberri
Los hechos ocurrieron el 5 de abril de 1933, cuando la señora Antonia Lozano de Montemayor y su hija Florinda fueron violadas y brutalmente asesinadas.
Los investigadores encontraron que ninguno de los accesos a la casa habían sido forzados, lo que daba pie a pensar que las víctimas dejaron pasar al o a los criminales como si los conocieran.
Además, testigos afirmaron haber escuchado gritos de la señora Lozano, diciendo “¡no me mates, Gabriel!”, por lo que comenzaron a indagar entre familiares y amigos de las víctimas si había algún conocido con ese nombre.
Las investigaciones llevaron a un sobrino de la familia, llamado precisamente Gabriel, quien aún poseía varios artículos producto del robo.
El crimen lo cometió con dos cómplices, los cuales murieron al intentar escapar.
¿Casa embrujada?
Vecinos de la casa y transeúntes han reportado desde hace muchísimos años “actividad paranormal” que surge de esta casona.
Gritos, susurros, sonidos diversos, presencias extrañas han sido registrados también por periodistas e investigadores.
Ha sido tal la fascinación que esta casa ha generado, que las autoridades tuvieron que sellar los accesos al lugar para evitar la presencia de gente que busca ingresar a la casona, ya sea para investigar, documentar o incluso para realizar rituales.